Un terremoto de 8,8 grados en la escala Richter crea caos en las áreas costeras de Chile
Chile ha quedado desde la madrugada del 27 de febrero en un estado de emergencia después del terremoto más grande ocurrido en ese país desde hace más de dos décadas. Según la cuenta más reciente, unas 723 personas han muerto y más de dos millones están afectados por el terremoto y las réplicas que han estado ocurriendo.
El epicentro del terremoto, de 8,8 grados en la escala Richter, ocurrió en la costa del país, unas 200 millas de Santiago, y a solo 70 millas de Concepción. Olas de casi ocho pies siguió al terremoto , arrazando la zona costera con tanta fuerza que mucha gente tuvo que abandonar sus casas y huir a los cerros más cercanos.El gobierno y la policía están intentando de mantener el orden dentro del caos creado por la destrucción de la infraestructura y la falta de suministros adecuados. Michelle Bachelet, la presidenta chilena, declaró "un estado de catástrofe” en el país el sábado por la noche.
El miedo de más temblores decae lentamente y se reemplaza con el enojo y la frustración. Residentes de Santiago y otras ciudades se quejan sobre la repuesta lenta del gobierno. Pero en Concepción, la situación empeoró rápidamente con los saqueos de tiendas y centros comerciales. Aunque Bachelet expresó el dos de marzo que "todo está bajo control en Concepción,” la policía no estaba preparada para encarar los saqueos organizados.
Una galería comercial y un supermercado cayeron víctimas de jóvenes que robaron todo lo de valor en estos dos lugares, y después los quemaron. Por eso y por otros eventos similares, se implementó un toque de queda por todas las partes de la ciudad. Según El País, el toque de queda dura entre las nueve de la noche y las seis de la mañana.
Aunque el terremoto, como todos los desastres naturales, afecta a los ricos así como a los pobres, las áreas más afectadas son rurales, y allí la pobreza es mucha más extendida que en las ciudades como Santiago de Chile y Concepción. Carolina Bank, una profesora chilena de sociología en Brooklyn College, dice que "son los chilenos más pobres los que viven cerca del epicentro.”
Si la distribución de suministros continúa según lo planeado, la gente chilena recibirá lo que necesita lo más pronto posible, pero la recuperación total requerirá mucho más tiempo. Mientras reconstruyen los puentes, calles, y edificios destruidos por el terremoto, gente como Adela Galaz, una señora de Santiago, evalúa otra vez lo que vale más. Ella dice, "Estamos agradecidos de estar vivos.”
Rachel Mulbry. More »
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