Un nuevo presidente, nuevas relaciones y nuevas esperanzas


April 20, 2009, midnight | By Tamara Castro | 15 years, 8 months ago

Aunque hayan cambios, el imperialismo norteamericano persiste pero da señales de progreso


Siempre hay esperanzas para mejorar las relaciones entre los EE.UU. y los países latinoamericanos cuando un presidente nuevo es electo y el presidente norteamericano, Barack Obama, no es una excepción. Recientes relaciones entre países latinoamericanos y los EE.UU. han sido importantes y vitales para la influencia de los EE.UU. en el mundo. Los dos países de Latinoamérica de los cuales presidente Obama ha hablado más veces son Cuba y Venezuela.

El presidente norteamericano, Barack Obama, y el presidente venezolano, Hugo Chávez, sonríen juntos en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. Foto cortezía de www.elpais.com.

Durante su campaña electoral, Obama comentó que estaba dispuesto a reunirse con Hugo Chávez, presidente venezolano, y Fidel Castro, presidente cubano en ese entonces, para hablar sobre las tensas relaciones entre sus países latinoamericanos y EE.UU. Esta propuesta significó un gran cambio en comparación a administraciones anteriores.

La política de los EE.UU. hacia países latinoamericanos siempre ha sido de controlar sus gobiernos. El país norteamericano ha apoyado gobiernos militares y tiránicos en Sudamérica y Centroamérica envés de permitir que la gente elija su propio gobierno.

La CIA estuvo involucrada en las derrotas de varios gobiernos latinoamericanos durante los setenta, ochentas y noventas. Dicha agencia también estuvo detrás del golpe de estado en Venezuela contra Hugo Chávez en el año 2002 gracias a unos documentos que fueron revelados los cuales demostraban que Estados Unidos apoyaba a la oposición. Fue comprobado que la CIA estuvo también involucrada en la política de Cuba, incluyendo la invasión a Bahía de Cochinos y los varios intentos de asesinato contra Fidel Castro.

En estos últimos años las relaciones entre esos países y los EE.UU. se complicaron. Una de las razones es la orientación social de los nuevos lideres izquierdistas electos en Sudamérica y Centroamérica que se preocupan por el bien de los pobres de sus países.

Históricamente, la relación mas tensa ha sido entre los EE.UU. y Cuba. Obama ha prometido cerrar la base militar de Guantánamo. Esa base ha sido punto de controversia desde la Revolución Cubana y cuando los EE.UU. aplicaron el embargo a la isla caribeña. El presidente norteame-ricano también ha dicho que le daría mas libertad a los cubanos dentro del país para mandar dinero y viajar a Cuba.

Bajo el plan de presidente Obama, los Cubano-americanos podrán mandar más dinero a sus familias y visitar a sus familias en Cuba sin limitación de tiempo ni dinero. Aunque Obama está tomando estas medidas, él todavía ve a Cuba como un país peligroso, políticamente, para los EE.UU.

Con respecto a Venezuela, los EE.UU. han tenido problemas con el presidente izquier-dista, Hugo Chávez. En el año 2002, hubo un intento de golpe de estado. Después de esto, Venezuela tuvo otra elección presidencial, en la cual presidente Chávez presentó su candidatura otra vez. Durante el tiempo de campaña, hubo bastante propaganda pagada por dólares estadounidenses. Sin embargo, Chávez ganó la mayoría del voto.

Desde entonces, Chávez ha hecho varias reformas y nacionalizado varias industrias, incluyendo el petróleo. Con estas reformas, Chávez ha logrado obtener más poder político para Venezuela. El ha hecho alianzas con otros presidentes izquierdistas, Evo Morales de Bolivia, Daniel Ortega de Nicaragua, Raúl Castro de Cuba, y Luiz Lula da Silva de Brasil.

El poder que tenía los EE.UU. en los años ochenta y noventa ya no es absoluto en Latinoamérica. Por eso aunque Obama dijo durante su campaña que él se reuniría con representantes del gobierno venezolano, no dice cosas buenas de presidente Chávez.

En una entrevista con Univisión, Obama dijo, "Chávez ha sido una fuerza que ha impedido el progreso de la región.” Con estas palabras, Obama demuestra que, aunque él viene con la intención de hacer muchos cambios en la política estadounidense, todavía piensa como un imperialista. Obama sigue pensando en el progreso de la región en relación con lo que es beneficioso para los EE.UU., no necesaria-mente para los latinos.

Falta todavía bastante tiempo para que se termine la ideología del imperialismo contra los países latinoamericanos, y por lo que parece, el presidente norteamericano tampoco terminará con él.

Sin embargo, en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, Obama y el presidente cubano, Raul Castro, se vieron positivos con la idea de una reconciliación.




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